PAZO BLANCO por Tío Musikas

Blanco Ribeiro 75cl.
Precio: 2,69 €

Como está abierta la veda, las truchas siguen apareciendo en la dieta de los bodegogo. En esta ocasión, y no saltándonos la receta de Don Corralo, tuvimos un nuevo comensal en la mesa que sin hacer remilgues cumplió en mesa y pudo irse nutrido.
Del mismo modo que respetamos la tradición culinaria de la trucha, mantuvimos el respeto por los vinos blancos. Dado que el fondo monetario se ampliaba decidimos liarnos la manta a la cabeza y agarrar, en el supermercado gallego, un ribeiro que acompañase al plato.

Un vino para no correr riesgos

Después de indagar en los estantes nos decidimos, aconsejados por la experiencia, por un ribeiro de la marca Pazo.
Cumplidor y eficiente, su entrada en boca es grácil lo que sirve para apreciar el regusto achampanado que muchos de los blancos gallegos adquieren en su fermentación. Suave y con el punto exacto de amargura. El Pazo es un blanco aromático que se bebe con gusto y que además gusta, los alcoholes del mismo pasan del todo desapercibidos por lo que es un vino aconsejable para aquellos y aquellas que siempre aducen que el vino los "coloca" . La botella, dada esa capacidad de engaño, se quedó escasa precipitándose su consumo en un tiempo casi record.
Los 3 corchos los tiene bien merecidos.

CASTILLO DE LIRIA por Don Manolo

Blanco Semidulce de Valencia
Precio: 1,49 €

Con Corralo siempre nos sorprende con algo, esta vez fue con los manjares. El tio se marcó unas truchas vallisoletanas que decimos rellenarlas con beicon (bacon para los sajones). Lo natural con el pescado es un blanco pero como este es pescado castellano no optamos por algún vino suave y que entrara solo, nos decantamos por experimentar con un vino blanco semidulce.


Este Castillo de Liria huele más que sabe, agradable en nariz, con infinidad de matices de fruta primaveral, la entrada en boca es agradable pero no llena el paladar con esos efluvios frutales. El caso es que cuanto más se degusta mejor entra. La combinación truchera semidulce fue un acierto.
Como nota y debido a la buena relación calidad-precio, aun siendo generoso, le pongo un:

Cata de Verdejo

Parece que no pero nos vamos a ir infiltrando en las ferias del vino de la tierra. Empezamos con la cata popular de la añada 2007 de los vinos de Rueda que se celebró el pasado sábado en Medina del Campo dentro de la feria Medivinia. Se presentaron y cataron dos vinos con las magníficas explicaciones de siete catadoras encantadoras.


El primero fue el Verdejo, fantástico, como me gusta. En mi modesta opinión el mejor blanco de este pais, por delante del Albariño y del diamante de Rioja que también me gustan mucho. Fresquito, afrutado, vamos que supo a poco.


La cosa se aderezó con unas lonchas de jamón ibérico de bellota ¿vallisoletano? Pues si, de Villalba de los Alcores, ahí es nada. Y estaba bueno.


Luego pasamos al segundo de los vinos. Este era completamente diferente y bastante desconocido para el gran público. Un vino de aperitivo con cuerpo y caracter y un tono más oscuro. Ya lo habia probado en otras añadas y he de reconocer que no soy demasiado aficionado a este tipo de vinos pero se aprecia su gran calidad.


Y para cerrar el acto tuvimos concierto de Mayalde, era mi primera vez y me parecieron fascinantes. En fin, una gran iniciativa y bastante bien organizada que nos demostró que 2007 fue un buen año para los vinos de Rueda, a consumirlos.

SIETECERROS por Don Manolo

Tinto 2006 de Toro
Precio: 2,15 €

Estrenamos supermercado, la primera vez que nos ibamos al Gadis. Enorme, se estaba tranquilo y se compraba bien.
Para la noche eurovisiva nos decantamos por probar este tinto de Toro. Últimamente los vinos de Toro no me saben a vinos de Toro. Este era demasiado afrutado para lo recio de esos caldos, con buena estrada en boca al final dejaba cierto regusto extraño que invitaba a repetir. También hay que decir que no tuvimos carnes pero creo que tampoco pegaba demasiado con asados fuertes.
Al respetable parece que no le gustó demasiado pero a mi me pareció agradable, se acercaria más a dos corchos pero le doy: